La variante de chasis corto del prestigioso Maybach SW38 tuvo una versión cabriolet de dos puertas realizada por el prestigioso carrocero alemán Spohn. Este modelo, de seis cilindros, estaba construido con una alta calidad de ajuste y una avanzada ingeniería mecánica obra de especialistas en motores aeronáuticos traducida en unas prestaciones excelentes para la época.
Equipado con un motor de seis cilindros en línea de 3.790 cm3 y una potencia de 140 CVs, el SW38 se mostraba como superior a sus otros rivales de Horch o Mercedes. Su propulsor estaba acoplado a una caja de cambios manual DSG con cuatro velocidades que se preseleccionaban mediante un mando en el centro del volante y una palanca selectora en el suelo para seleccionar marchas altas, bajas y hacia atrás, totalizando ocho velocidades hacia adelante y cuatro de retroceso.
La carrocería de tipo roadster, obra en este caso de Spohn Carosseriebau en Ravensburg (Alemania), fue montaba sobre el chasis más corto de los dos disponibles y estaba pensada para transportar solamente a dos personas. Las proporciones estaban elegantemente equilibradas delante y detrás mediante unos largos guardabarros con estribos integrados que fluían hacia la parte trasera, con forma de "cola de cometa" adornada por un suave festoneado. También, y a diferencia del resto de los cabrios contemporáneos que recogían la capota y la dejaban plegada a la vista, el SW38 la alojaba en un compartimento de metal.
La producción total de los SW38 alcanzó los 520 chasis construidos entre los años 1936 y 1939, lo cual fue una gran cifra considerando la fabricación habitual de los automóviles Maybach. Pero tan solo 152 perviven en la actualidad, siendo custodiados en museos como el de Maybach y otros acabando como propiedad particular; algunos han sido subastados por más de un millón y medio de dólares.
Este impresionante cabriolet pude verlo en directo en el Museo de Sinsheim (Alemania) y quedé tan impresionado que pensé que alguna vez debería buscar alguna réplica para formar parte de mi colección. Bastantes años después Signature Models lanzó variantes en un par de combinaciones de colores y en diversas escalas, con una buena calidad percibida aunque con maneras un poco bastas. En efecto, tenemos una combinación extraña entre un preciso molde, un digno interior, una presentación muy lujosa y unos cromados un poco bastos. Al menos tenemos un muy buen trabajo de pintura, algunos fotograbados y "pinchitos" a discreción. Lo salvo por lo poco que me costó (fue pura suerte o es que mi unidad estaba defectuosa y yo no me he enterado), aunque por lo visto su precio habitual no es tan pequeño como uno podría imaginarse.